La primera boda fue la de mi tío, cuando se casó yo tenía sólo 3 años y el día que me presentaron a su novia, pensé que iba a estar con su vestido de novia y me puse a llorar. Después, en el día de la boda, quedé fascinada con todo el vestido, y la elegancia e importancia de ese día, tanto así, que después de ese acontecimiento me ponía a jugar a vestirme de novia con manteles, sábanas y todo lo que encontraba. También nació mi lado creativo cuando jugaba a diseñar los vestidos de novia de mis barbies con los pañuelos de mi papá.